lealtad contra
la carne blanda, mi propia
miseria, los muros de neón
en llamas
contra
la suma de hipótesis, la manera de entender
las piezas dispuestas, la grava
cada diente de leche en el camino
el barro de rezos
contra
todos los insectos
las gargantas de cueva, las putas
que viven como espejos o lágrimas
dentro de uno
contra
la arrogancia y la saliva
en el corazón sediento
el perdón que no llega, el alambre de espino
a través de camisas hiladas
con fósforo ardiendo